Conservación de los Órganos No Restaurados
El IOHIO ha hecho cientos de visitas para conservar revisar los 61 órganos no restaurados del estado.
Durante nuestros primeros años de trabajo, que comenzaron/comenzando en el año 2000, había pocos teléfonos en funcionamiento y caminos pavimentados, por lo que a menudo nos dirigíamos a los pueblos y esperábamos que todo saliera bien. Con suerte podíamos ver el órgano, pero a veces la persona que tenía la llave del coro estaba trabajando en su campo y no regresaba hasta el anochecer.
Veinte años después, es fácil arreglar nuestras visitas gracias a la mejora de los caminos y la comunicación, pero nunca salimos sin cita previa. Nuestras actividades están respaldadas por cartas de apoyo del director del Centro INAH Oaxaca y del Arzobispo de la Diócesis de Antequera Oaxaca para poder acceder a la iglesia (Ver Ubicación de los Órganos)
NUESTRO PLAN DE TRABAJO
Explicar a las autoridades quiénes somos y por qué estamos allí.
Puede ser una reunión formal con las autoridades locales. Después de distribuir nuestros folletos y una foto del órgano, enfatizamos que su órgano representa un vínculo con la historia de su iglesia y su comunidad, así como con sus antepasados que financiaron la construcción del órgano. Sobre todo, los felicitamos por preservarlo.
En Santa María Alotepec, Cecilia presenta nuestro plan de trabajo al Consejo de Ancianos. El presidente (a pie) tradujo sus palabras al Mixe para aquellos que no hablaban español.
Nos pidieron que nos explicáramos formalmente ante las autoridades de San Miguel Chicahua.
Las mujeres de Chicahua también estuvieron presentes.
Regresar el órgano a la iglesia si se ha trasladado a otro lugar durante algún trabajo de reparación o la construcción de un nuevo coro.
Limpiar el coro o la tribuna donde se encuentra el órgano.
El coro se utiliza invariablemente como área de almacenamiento de objetos relacionados con la iglesia: velas, jarrones, papeles, lámparas o equipos de sonido que no funcionan; baúles llenos de vestimentas y trajes antiguos; muebles antiguos de madera que incluyen confesionarios, bancos y piezas de antiguos retablos; y mesas procesionales y grandes muñecos de papel maché todavía en uso.
San Melchor Betaza: El fuelle está guardado debajo de la caja de luces navideñas.
Incluir a la gente de la comunidad en nuestras actividades.
Al menos un representante del municipio o de la iglesia está siempre presente, además de hombres, mujeres y niños curiosos, la mayoría de los cuales nunca han subido al coro y visto el órgano de cerca. A menudo colaboran para ayudar: barrer, subir y bajar cubetas de agua por la escalera del coro y retirar objetos inútiles y basura del área del órgano. Les contamos sobre el órgano mientras trabajamos y les hacemos preguntas sobre su iglesia y su comunidad. Ellos a su vez quieren saber si el órgano se puede reparar, cuánto costaría y cómo se podría financiar. La verdadera prueba de nuestro compromiso es cuando nos ven trabajando duro y ensuciándonos en el proceso.
Limpiar la caja.
Puede tener objetos relacionados con el órgano (piezas de molduras, decoraciones talladas, tubos pequeños doblados) o no (velas, papeles, floreros), al igual que nidos de ratones, guano de murciélago y detritos de pájaros y otros animales. Si un pájaro cae en uno de los tubos de la fachada, nunca podrá escapar. Hemos encontrado más de una docena de cadáveres de pájaros en algunos tubos.
Limpiar el órgano y sus componentes.
La caja del órgano y los fuelles están desempolvados o aspirados. Los componentes más pequeños se retiran si es necesario, se cepillan y se limpian con gasolina blanca.
Enderece los tubos doblados siempre que sea posible y colóquelos en posición vertical con un soporte adecuado en la fachada.
Esta es la forma más segura de conservarlos y ayuda a la comunidad a imaginar que este gran mueble fue alguna vez un órgano. Los tubos grandes que están demasiado doblados o deformados para enderezarse, generalmente debido a un alto contenido de plomo, se almacenan horizontalmente dentro de la caja. Los tubos muy pequeños o dañados, las decoraciones talladas que no se pueden volver a colocar u otros componentes extraviados se almacenan en cajas etiquetadas dentro de la caja del órgano para su custodia.
Enderezando un tubo doblado
El proceso de enderezar un tubo doblado (nota el armonio al fondo)
Analizar y fijar tallas sueltas.
Fotografiar y analizar el órgano y sus componentes.
Fumigar los órganos no restaurados contra la carcoma, inyectando o saturando las zonas afectadas.
Remontar el órgano y los fuelles.
Reposicionar los tubos en la fachada y comprobar la afinación.
Documentar instrumentos de banda antiguos, importados de Francia desde la década de 1860.
El final de una jornada de trabajo en Santiago Comaltepec
Fotografiar las hojas de manuscritos musicales, compartirlas con musicólogos y entregar una copia digital a la comunidad.
Presentar a la comunidad un órgano más atractivo y digno al final de la jornada de trabajo. A veces el cambio puede ser espectacular y la gente se sorprende por la transformación del órgano y por la idea de que alguna vez este instrumento se tocó regularmente en su iglesia.
ÓRGANOS ANTES Y DESPUÉS DE LA CONSERVACIÓN
San Miguel Huautla: Un carpintero local había reunido piezas del órgano desmontado (sin saber que era un órgano ni lo que eso implicaba). Le enseñamos a hacer un armazón inferior adecuado para sostener las caderas, la caja y la torre central. El pueblo estaba encantado con el aspecto más grandioso y dejamos fotografías de órganos similares más completos como referencia. Casi todos los tubos (deteriorados), el teclado y demás elementos existen, pero habría que construir varias estructuras de apoyo para ellos.
MANTENIMIENTO DE LOS ÓRGANOS RESTAURADOS
Desempolvar el órgano. Fumigarlo contra la carcoma inyectando o saturando las zonas afectadas.
Reparar, afinar y armonizar el órgano. Afinar las lengüetas y ajustar las teclas pegadas, especialmente antes de un concierto.
El organero Hal Gober, asistido por el organista Bill Autry, ajustando los órganos antes de un festival de IOHIO.
Y lo más importante de todo... ¡tocar el órgano!